Si quieres fastidiarme de verdad, prívame de mis series de ficción. En serio, me harías la puñeta hasta el fondo. Prefiero prescindir de cualquier Mundial de Fútbol antes que llegar a casa después de un largo día y no poder disfrutar de la pequeña pantalla en su máxima expresión.
Series hay muchas y muy buenas. A menudo, en un ejercicio de frikismo, confecciono en mi mente una lista con las mejores ficciones que he visto. Entonces llegan las cinco primeras del ranking y mi cabeza se llena de contradicciones porque mataría por acompañar a Tony Soprano a cobrar una deuda; acudiría encantado a un funeral si se celebrase en casa de los Fisher; me jugaría el tipo en la aduana con tal de surtir de alcohol a Nucky Thompson, aunque también, me atrevería a robárselo con tal de compartir resacas al lado Jimmy McNulty.
No obstante, a pesar de la empanada mental, cuando llego a la cima tengo pocas dudas y menos aún después del estreno de anoche. Mad Men es la número uno. No voy a negarlo, gran parte de esta decisión se debe a la majestuosidad y elegancia de la que hacen gala sus personajes pero, ¿qué culpa tengo yo de que me guste lo bello?
Mad Men es un producto gourmet: su decorado es premium, sus personajes sagrados y su mensaje privilegiado. Eso sí, para poder disfrutarlo, hay que ser paciente y saber alejarse de la trama en el momento oportuno.
Esto, que a priori puede sonar contradictorio, es lo más adecuado para degustar semejante manjar. Los personajes de la serie siempre lucirán impecables pero basta con acercarse levemente a su alma para descubrir que es oscura y atormentada. Para mí, Mad Men es un ejercicio de psicología que consiste en comprender e interpretar la vida que tienen por castigo todos los personajes de la trama.
En el momento que intentes involucrarte con ellos, estarás perdido, ya que su falta de escrúpulos llegará a afectarte y pronto dejarás de disfrutarla. Por eso, insisto, lo mejor es disfrutar del paraíso desde la distancia.
El domingo pasado la AMC estrenaba la sexta temporada de Mad Men. En menos de veinticuatro horas, ayer, Canal + hacia lo propio en nuestro país emitiendo su doble capítulo en versión original, alta definición y con subtítulos en castellano (sin duda, una experiencia gourmet digna de aplauso para la cadena de pago).
Con el estreno de su penúltima temporada, la trama comienza a cerrarse y sigue dando una vuelta de tuerca a lo que antaño parecía imposible de superar. Después de lo de anoche, se puede afirmar tranquilamente que tanto el seguidor de Mad Men como el amante del buen vestir siguen de enhorabuena.
Por eso, desde Rayas y Cuadros, volveremos a seguir muy de cerca los mejores conjuntos que jamás se han lucido en la historia de la televisión.
Fotos y Sitio Oficial: http://www.amctv.com/shows/mad-men
Canal +: http://www.canalplus.es/Mad-Men/
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